viernes, 17 de enero de 2014

qué maravilla

se quedó eva la yerbabuena de espaldas al público, con sus músicos y esas tres voces poderosas, todos de espaldas para aplaudir a la imagen que presidía el escenario. el aplauso a morente. y detrás la gente, puesta en pie, sumando. todo comenzó con pepe habichuela, luego mercé con esa voz como un soplido de arena, cantando elegía a ramón sigé. salío tomatito. hizo una preciosidad y recordó como empezaban las bulerías con camarón. uno siempre espera la voz de camarón cuando escucha esa guitarra. suena y dice: ya no está. y llegó poveda. suena todo diferente con él. suelta esa voz tan limpia, tan a chorro, la contonea delante del micrófono, parece que huye pero se clava y vuela hasta las paredes del teatro y ahí te envuelve... hizo el comienzo de la aurora de nueva york... una maravilla. poveda es un homenaje contínuo al cante y a cantar, a estar encima de un escenario y a enamorar. al final llegaron los pies de la yerbabuena. tac tac tac, tic, tac. y la ovación a morente. habrá más.

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