sábado, 7 de junio de 2014

ciao

cuando el jefe de sala se acercaba a la mesa y preguntaba si todo iba bien, las chicas siempre decían: estaría mejor si saliera el cocinero. sí, el cocinero! era muy paul newman darío barrio, aunque tiene un hermano más paul newman aún. llegaba a la mesa con la sonrisa, o super serio, con una broma preparada. llegaba con la chaquetilla de cocina. a mi siempre me ha gustado mirar el nombre bordado en la chaqueta; también le echaba un vistazo al reloj; qué tal, qué tal todo... los cocineros nos hacen felices. esa es su profesión. ahora ya todo el mundo sabe hasta qué punto le apasionaba a darío el salto base. según pasan las horas se va instalando un poco más la tristeza, viene a fuego lento esta vez. le vi por primera vez en el programa bombón, de canal cocina. hacía recetas con chocolate. a mí me hacía gracia porque según le diera el viento ponía las medidas correctas o se las inventaba. decía: hay que usar 200g de mantequilla, pero le vamos a poner un poquito más. luego en un suplemento de abc salió ya en su restaurante, en dassa bassa, y fui a comer allí. un tipo así debía cocinar bien. debutamos el mismo día en cuatro. yo con el concurso de la tele, y él con su todos contra el chef. comenzamos a vernos más, coincidimos en algunos programas, me enseñó una receta de corvina; cociné en navidad besugo a la madrileña, la receta de salvador gallego, que es como su padre, con juan pablo felipe, que es como su hermano. darío barrio. le veía en el tenis. coincidíamos en sitios. en las fiestas con izíar. no sé. no éramos amigos. pero nos molaba vernos. corría maratones. le encantaba el centro de madrid. ahí, juntito a la puerta de alcalá, en unas antiguas carboneras. restaurante con móviles sin cobertura y comida deliciosa. diez años en el corazón de la capital, sacando el talento y bocados de felicidad. de decir, joder, qué bueno está esto, coño! y las chicas: sí, pero que salga el cocinero.
ciao darío.