I. ya no sé dónde tirar esta ceniza.
II. recibí la llamada de ch. su voz sonaba con la energía del colegio, de las explicaciones y de la ilusión. era el mismo chorro de voz: agudo, penetrante y esquemático. 81 años, me dijo. inimaginable. era la voz que determinó que yo podría contar cosas. tanto tiempo después... al teléfono la voz de esa libreta, disléxica y personal. me puso el sobrenombre de nicolaus mickymouse.
III. no hay mucho más en este micromundo. la fortaleza de la musculatura de un bebé. esa piernita fuerte. la desconexión. la ausencia. respirar a las dos de la mañana.
II. recibí la llamada de ch. su voz sonaba con la energía del colegio, de las explicaciones y de la ilusión. era el mismo chorro de voz: agudo, penetrante y esquemático. 81 años, me dijo. inimaginable. era la voz que determinó que yo podría contar cosas. tanto tiempo después... al teléfono la voz de esa libreta, disléxica y personal. me puso el sobrenombre de nicolaus mickymouse.
III. no hay mucho más en este micromundo. la fortaleza de la musculatura de un bebé. esa piernita fuerte. la desconexión. la ausencia. respirar a las dos de la mañana.