miércoles, 27 de julio de 2016

la ventana de la parte de atrás abierta hacía que la temperatura se ajustase algo; el calor se respiraba de otra manera; estaba más ligero el aire. tenía la pastilla en la boca. sólo había una hormiga en el pantalón, pero lo habían invadido todo. hormigas pequeñas, diminutas, mierda de hormigas, pero todo invadido. aunque tú no lo sepas. mientras, elena isinbayeva habalaba en el kremlin y pato firmaba por el villarreal.

lunes, 11 de julio de 2016

iba a dormir

iba a dormir y reparé en que era verano. apagué las velas. recordé que al despertar el otro día de la siesta, el camión ese levantaba una nube de arena mientras atravesaba la montaña. a otra velocidad. la velocidad de allí. la de la gente perdida en su última oportunidad. por eso el tiempo se siente diferente. así que abrí el ordenador para escribir esto. lo del camión me lo saco de la cabeza por fin. es bueno tener las llaves de otro plan. saber dónde están. ahora tengo un fotógrafo que se peina como un futbolista. mira griezman: toda la temporada buscando cómo pintar su pelo, cómo colocárselo... y el día de la final apareció como el tipo del ultramarinos, con el pelo normal. palmó. marcó el gol la trenza de eder, de guinea-bisau, buscando sus llaves. apareció en una jugada que iba para otro lado y pegó un zambombazo. al marcar, al buscar su nombre en la camiseta vimos que debajo de eder estaba el número 9. era el 9. no iba a jugar. iba a irse a conducir el camión. y marcó el gol del título. también me saco esto de la cabeza. ahora queda lo importante. cómo era eso? hay que diferenciar lo esencial de lo importante. tengo al fotógrafo y tengo una luxindex de 12 años. una organizadora de toda la vida. de una seguridad, de un aplomo sensacional. y un acelerador de partículas precioso. para mañana hay gazpacho preparado y un arroz. no veo una mejor manera de afrontar el día. me encanta el verano.

sábado, 2 de julio de 2016

ciao, elena

lo veía todo, hablaba mucho y reía constantemente. si estuviste cinco minutos con ella seguro que tienes una buena historia que contar. era pasillo y era despacho. tenía una foto enorme de colón en la pared. con esa marea roja. fue una de sus grandes creaciones; de sus grandes interpretaciones de la vida. cuando nos iba mal juanma y yo la imitábamos inventándonos su discurso. nos reíamos. se empequeñecía el problema. si has estado tres minutos con ella no la vas a olvidar nunca. sabes quién es. excesiva en sus hallazgos, una piscina desbordada. de mirar y no creer. una vez se dejó la cafetera puesta mientras contaba que ella tuvo la primera cafetera. chorreaba el café por la taza. era la jefa de todo. un puto torbellino. explicaba las estrategias. exponía las dudas. era imposible decirle que no porque su planteamiento era siempre arrollador. te hacía sentir la importancia de abrir la puerta y de coronar el stelvio. elena.

ha hecho mejor la vida. ha hecho mejor la tele. nos ha juntado a todos. yo, que siempre huyo de los jefes, no he podido escaparme de ella. cómo hacerlo! con lo bonito que es estar junto a alguien valiente!

un beso al aire ahora. rodeado de tantas huellas de volcanes. rodeado de lo mínimo. seguro que llega. un beso siempre llega. te he echado mucho de menos.

viernes, 1 de julio de 2016

lo mínimo no inventa ya

I. leo amberes y no entiendo nada. el prólogo sí. eso sí lo entendí. pero luego es difícil seguir. los hilos están cruzados, liados como en una cometa que cae girando.

II. sólo sobreviven los inventores. esa frase me había hecho volar en otra época. habría sido una mirada alentadora.

III. estoy en una isla en la que cada metro, cada punto del paisaje te dice: estos son los restos del comienzo. todos estos cráteres rotos, envejecidos y secos. toda esta sequedad. todo este viento sin agua. estos son los restos. esto es lo mínimo.