después
de una larga ovación, cuando ya había sobrepasado las dos horas de actuación,
con el teatro puesto en pie, dijo: "yo de pequeña soñaba con ser como judy garland", y una señora desde el graderío soltó: "qué
pretenciosa!"
lo
dijo en alto, pero desde el escenario, como si no hubiera oído nada, siguió:
"una judy garland... malagueña, o madrileña!" y entonces empezó a
cantar over the rainbow. y lo cantó como tirándole entero el arcoiris a esa
señora del graderío, un arcoiris lleno de voz y de luz.
había
cantado las cosas de su último disco, había cantado coplas, habaneras, fados, boleros, homenajeó a carlos cano, a maria dolores pradera, a concha piquer,
cantó maría la portuguesa, todo con un gusto infinito, con
una voz que se sostenía como un hilo y de repente rompía en una cascada. con
cinco músicos tremendos. cantó pasión vega dándole importancia a lo que hacía.
Y se quedó el aire limpito y contento.
los
artistas buenos son muy importantes. pasan y se respira mejor.
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