I. cuando me indican cómo llegar a un sitio con más de tres
puntos intermedios me pierdo. en el segundo no me acuerdo ya de cuál era el
tercero. allí me recogió el señor jose,
cincuenta y muchos, pinta de marinero. venga conmigo. yo le llevo. en alicante
nadie se pierde, me decía. sólo
se pierde uno si sigue esta calle recta porque acaba en el castillo. yo nunca
me he perdido en alicante. [...] en américa me perdí seis veces. para llegar a la
calle 47 tardé seis horas, venga a dar vueltas . como me veía agobiado no paraba
de repetir: en alicante no se pierde nadie, hombre. [...] ahora, eso sí: usted calor
va a pasar todo. va a sudar mucho usted. hablaba como si le faltase algún
diente y se le escapase un silbido en cada sílaba. intentaba caminar un
poquito más lento, pero yo apuraba. le dije:
- muchas gracias por llevarme, qué bueno que haya gente amable
como usted.
- espérese, que como no le deje bien va a pensar que soy tan
cabrón como amable.
cuando llegamos me dijo: que podamos volver a vernos! me
había llevado hasta la puerta del restaurante donde esperaban mis amigos. comer
con amigos es pisar el paraíso. es terreno del alma. por eso los cocineros
buenos son importantes.
II. últimas horas en el matriarcado.
III. lo malo de ser el último en la secuencia marlon brando - robert de niro - al pacino es que te cae encima la oscuridad, el peso que deja la luz que ya no existe. era el más listo pero era el último, con todo no se puede. no se puede ser más que un padre joven pasado el tiempo. supongo que esto ya lo habrá escrito alguien antes, pero yo es que acabo de ver el padrino II.
IV. al salir volví a perderme. no es tan fácil volver a la humedad varias horas después. por aquí, por aquí, por aquí. me iban guiando. hay gente que son ángeles. podíamos haber llegado recto. ya. quería alargar un poquito más... pero no se lo dije, yo tampoco lo sabía.
jajajaja sin comentarios.
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