viernes, 23 de marzo de 2012

DlR XX. slow motion suicide


you can run but you can´t hide. ese es otro tema, porque hoy nos hemos tenido que centrar en la muerte de vincent. lo han asesinado. su cuerpo ha aparecido con el cuello agujereado, chorreando sangre. era asqueroso. como era un hijo de puta nos hemos entretenido con los detalles, nosotros; como si fuéramos forenses. nos hemos acercado a observar cómo coño le habrían podido matar con esa violencia. 
ha sido el chico del tiempo. apareció sudando, con las manos inflamadas, tan diferentes. nadie le preguntó nada, porque traía la mirada de vincent, la mirada de un hijo de puta. y el gesto torcido. un gesto de asco.  al pasar a nuestro lado sentimos cierta admiración, una buena dosis de envidia. el cabrón se había cargado a vincent. le clavó sus lapiceros en el cuello. los lapiceros afilados. 
es increíble que haya sido este chico, tan de orden y método. porque es cierto que todos, alguna vez, hemos sentido ese deseo de matarle. yo mismo una vez intenté golpearle con un madero en la cabeza pero fallé y me quedé tirado en la nieve, llorando.
ahora tenemos a vincent muerto y ni siquiera nieva, con lo cual su cuerpo se quedará ahí. un anticipo de lo que nos espera en el deshielo.
al poco llegó thomas. miró muy de cerca al muerto. casi lo olió. retrocedimos un poco, esperando algo, un palabra, una frase que nos diese perspectiva, que nos situase. nada. se incorporó y buscó con la mirada al chico del tiempo. todo quedó suspendido. fueron varios segundos. “qué cagada, chaval, qué cagada. matar a vincent. vamos, no me jodas!” y se fue.   

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