lunes, 26 de diciembre de 2022

arena (I)

I. Estoy en el desierto y no paro de comer tierra. Renuncio al agua. No quiero otra cosa. Solo tierra. Me llaman del trabajo: que dónde estoy. Joder, donde me habéis mandado!!! Sigo con la tierra. Mi estómago me pide que pare. Puedo masticar más. Es lo único que te concedo.

II. Cuando se levantó viento, el otro día, los ojos también se me llenaron de arena. Decidí no cerrarlos. Alba me dijo que era gilipollas y se puso a llorar. Le causé pena, claro, pero esas lágrimas conservaron húmedos sus ojos. A mi el cerebro me entró en colapso. Jueves 25 abril.

III. Reconozco la sensación del colapso por cosas sencillas. Por ejemplo, ver un árbol y no saber que es un árbol. Por eso cuando siento que mi cerebro colapsa me fijo rápidamente en algo. Cuando ya no sé qué es entonces es el momento de escribir la fecha.

IV. Tengo un listado de fechas. Cuando llegue a Madrid no me hará falta trabajar. El ordenador, la app o lo que sea, sacará por sí mismo las conclusiones. Me las dirá y yo las leeré. Y me iré a dormir, claro.


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