Se me paró el tiempo y comenzaron a hacerme preguntas. Preguntas
sobre los sueños, sobre si creía en los sueños, si recordaba lo que soñaba, ese
tipo de preguntas. Con mi tiempo detenido. Tomé un trago más de ginebra, el segundero volvió a moverse, pero sólo durante el sorbo. Al dejar el vaso en
la mesa todo se detuvo de nuevo. Frenazo. Entonces contesté que yo nunca soñaba. No mientras
duermo. Es una de las cosas que me impongo.
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