Mi
profe de tenis metía un ritmo endiablado a las clases. Era una
máquina lanzando bolas y siguiendo el juego. Aún así le daba
tiempo a hablar, a comentar los chascarrillos de la semana; saludaba
a los de la pista de al lado; sabía quién entraba y quién salía;
cuántas clases daban los otros profesores. Venía siempre vestido
mitad hippy mitad camuflaje. Las bolas las llevaba en una mochila y
su raqueta era una Yonnex. Otra distinción más.
En
las primeras clases me dijo: te voy a enseñar a pegarle bien de
derecha. Pretendía que tocase la bola muy con la punta de la
raqueta, que cogiese efecto y que parase violentamente la trayetoria del
brazo con un muñecazo seco. Era muy dicífil pegarle así. Un día
le dije: “He visto todos los videos que hay en internet de Federer,
Rafa, Djokovic, todos! pegando el drive a cámara lenta, y ninguno le
pega como tú dices”. Me contestó: “Porque no saben”.
Casado
con una chica japonesa tuvo que irse a Osaka porque ella quería
atender a su familia en los últimos días de su padre. Fue con las
raquetas para dar clases allí pero se encontró con más lío del
esperado. Un adolescente hiper problemático en la casa, el idioma
tan complicado, las miradas de esa sociedad hacia el nuevo; el
español.
En
las dos ocasiones que volvió a Madrid me trajo whisky japonés y
sacamos tiempo para jugar un rato. Me contaba que era imposible
establecerse allí sin dominar el idioma. Intentó cocinar en los
clubes; nada. Tenía alguna suplencia; Se apuntó a un torneo y lo
ganó. Pero su actividad principal fue la pesca, a la que era gran
aficionado. “No sabes los bichos que hay allí”, me decía; “pero
no puedo estar todo el día pescando, me entiendes?”
En
Septiembre le vi por última vez. Volvía a Japón pero ya estaba
mentalizado para convencer a su mujer y volver a España. A
principios de diciembre le regalé via mail la mitad de un décimo de lotería
y le hice la broma: “para que no haya problemas con la vuelta”.
Me
escribió: “k grande, niko. menudo festival íbamos a preparar.
tío, estoy muy contento, me han aceptado en una escuela de tenis en
Osaka. y la verdad me gusta el sitio. buen recibimiento para el
español. ya te iré contando. feliz navidad Niko y familia. mucho
amor”
He pasado un buen rato emocionado y feliz por él. He puesto a los Stones; Wild Horses.
Muy interesante. Nico, saludos desde Barcelona ;)
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