miércoles, 18 de enero de 2023

arena VIII

 I. sonia se ha cabreado conmigo después de una conversación que empezó ella sin que nadie se lo pidiera.

- quien mejor me conoce es x, me dice sonia.

- pero te separaste de él, no?

- sí, no le aguantaba.

- a él o a tí?

se lo pregunté porque a veces la gente manda a su pareja a la mierda porque no se sosportan a sí mismos, y por tanto no quieren espejos. y las parejas, cuando te conocen bien, lo son. así que tiendes a romper el espejo porque es difícil partirse la cara a uno mismo. cuando sonia se va (cabreada, como si yo tuviera culpa de algo!) miro a alba. a alba la habría hecho añicos yo, tenía todo para triunfar conmigo.

II. otro puñadito de arena pal cuerpo, venga.

III. ¿por qué estamos anotando las temperaturas del desierto? bueno, está claro que cuando el clima cambió para siempre, después de aquella inundación masiva, el desierto fue el depositario de la verdad, y hay una teoría que dice que si algo va a levantarse para recuperar el planeta que conocimos, lo hará en el desierto. quizá sea el desierto en sí mismo quien haga el primer gran movimiento de la partida. así que medimos concienzudamente en intervalos precisos la temperatura y el estado de composición de la arena para ver tendencias. como si tuviéramos al desierto en una cama de vigilancia intensiva, lleno de cables, con tubos por cada orificio, respirador artificial... así estamos. eso en teoría, claro; porque hubo un error de cálculo que hace que las cosas no se ejecuten como estaba previsto. a eso le hemos llamado la gran cagada. a mi me da absolutamente igual.

IV. a las chicas y al matemático, no.

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