jueves, 19 de enero de 2012

DlR VII

el silencio de la siesta

de repente la luz lo ha inundado todo. nos ha dejado ciegos a todos menos al gran hijo de puta de vincent. tiene gafas de sol. una mierda de gafas de sol que marcan la diferencia en días así. se paseaba con su sonrisa de hijo de puta. la de siempre, vamos. solo que esta vez no la veíamos, sólo la sentíamos a nuestro alrededor.

aquí, en las rocosas, un matiz te cambia el día.

por ejemplo, por la mañana estuve corriendo y me quedé sin camino. de repente no había sendero, no había huellas, no había nada. todo por delante y ni una sola guía. desierto. virgen. sonaba esa parte del all along the watchtower que dice
"there are many here among us
who feel that life is but a joke
but you and I, we've been through that
and this is not our fate
so let us not talk falsely now, the hour is getting late"


no hay día bueno en las rocosas. eso lo decía thomas. y luego bebía otro trago. dejaba la mirada suspendida en el vaso y cuando se ponía de acuerdo con el whisky, bebía. si los dos no estamos de acuerdo, no lo bebo. 


lo dejo aquí. quiero dormir y no se hace de noche.

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