sábado, 7 de enero de 2012

desde las rocosas I

en las montañas rocosas la ginebra no se evapora, eso es un hecho. también es un hecho que el niño llora mientras se aleja el dinosaurio. y que cada día caminamos sobre nuestros errores, con la necesidad de hacernos ligeros, de pisar poco el suelo. lo sé desde que me dijeron que soy un corcho que flota. en una secuencia que sería vida - risas - problemas - tensión - gritos - silencio, silencio, silencio, puntos suspensivos acompasados al latido del corazón. por cada latido, un punto suspensivo. pum . punto. pum. punto. es la hora de dormir. aquí, en las rocosas, aún no notamos el cambio climático, sigue habiendo nieve. la nieve es una promesa de caída menos grave. incluso una promesa de poder deslizarte y sentir aire frío. son las cuatro y veinticinco de la tarde. creo.

1 comentario:

  1. éste me ha llevado a "el paseo" de robert walser. me encantan estas series desde las rocosas. qué bueno!

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